Entre pies de gigantes,
edificios enormes
y el cielo nublado
me siento chiquitita
cual hormiguita en la ciudad.
Me imagino y me veo
entre señores de trajes negros
con vestido rosa pastel de princesa,
blanca y rubia,
nena buena,
pulgarcita
de verdad.
Y esta voz entrecortada
se sospecha débil,
no tiene impulso,
entonces enmudece...
en vez de propagar.
Al acercarme a un charco
intento ver mi reflejo
y veo nada.
Sin voz ni voto,
solo ojos,
lo observo todo
y no puedo actuar.
Tal vez te lance un grito,
pero antes de que te des vuelta
detrás de una lata me esconderé
por temor de que me deseés pisar.
Directo, limpio. Muy expresivo Flor.
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