Des a pa re cer,
no-ser
ahí...
mis miedos son por mí.
Huir,
te mer,
desertar...
sólo temores hay acá.
Sen si bi li dad,
no-dar,
esquivar, evitar...
repudiando la verdad.
Fe ne cer,
pe re cer,
fallecer es...
claudicar al querer.
martes, enero 24
sábado, enero 14
A
- ¿Asocial?
- A simple vista.
- ¿A simple vista significa que se siente sociable?
- Misántropa culpable -ajeno a lo alterable-.
- Prosigamos… Usted había dicho que Susana era su amistad más cercana. Mencione una cualidad de ella.
- Las puntas del pelo no se le abren.
- Sin chistes señorita.
- …
- ¿Qué es lo que la incomoda?
- ¿El trato de usted, su conservadurismo y el hecho de que tenga una libreta en la mano para anotar sus enjuiciamientos sobre mí?
- El "trato de usted" comunica respeto.
- Infunde aislamiento.
- ¿Le molesta el aislamiento?
- ¿A quién no?
- ¿Que la juzguen?
- …
- Una cualidad de su amiga por favor.
- Voluntad, determinación.
- Una característica suya.
- Ya te dije.
- No, de su amiga no. Suya.
- Tuya sería más fácil…
- A simple vista.
- ¿A simple vista significa que se siente sociable?
- Misántropa culpable -ajeno a lo alterable-.
- Prosigamos… Usted había dicho que Susana era su amistad más cercana. Mencione una cualidad de ella.
- Las puntas del pelo no se le abren.
- Sin chistes señorita.
- …
- ¿Qué es lo que la incomoda?
- ¿El trato de usted, su conservadurismo y el hecho de que tenga una libreta en la mano para anotar sus enjuiciamientos sobre mí?
- El "trato de usted" comunica respeto.
- Infunde aislamiento.
- ¿Le molesta el aislamiento?
- ¿A quién no?
- ¿Que la juzguen?
- …
- Una cualidad de su amiga por favor.
- Voluntad, determinación.
- Una característica suya.
- Ya te dije.
- No, de su amiga no. Suya.
- Tuya sería más fácil…
jueves, enero 12
Desequilibrios mentales no los hay.
¿La locura?
Incomunicación entre sujetos.
No encontré mejor representación del terror y pánico.
No nos sienten... ¡deben estar dementes!
Por supuesto.
Bárbaros, insensatos e imprudentes.
"Razonamiento" habitual:
No nos comunicamos... debe haber algún problema.
Hay un problema... éste debe ser ajeno a mí.
El problema es ajeno a mí... debe ser la otra persona.
Axiomas morales.
Incomunicación entre sujetos.
No encontré mejor representación del terror y pánico.
No nos sienten... ¡deben estar dementes!
Por supuesto.
Bárbaros, insensatos e imprudentes.
"Razonamiento" habitual:
No nos comunicamos... debe haber algún problema.
Hay un problema... éste debe ser ajeno a mí.
El problema es ajeno a mí... debe ser la otra persona.
Axiomas morales.
lunes, enero 9
Super mega clasificaciones de las características caracterizadas por simples mortales cuyo veredicto es considerado verdad irrevocable inherente a lo que se corresponde al ser, limitadas por un sistema único de etiquetas en donde todas las cosmovisiones se ven obligadas a unirse -como punto de encuentro desintegrador de lo inimitable- pagando monumentales sumas respecto a la apreciación de todo aquello que nos rodea y lo creado por nuestra inventiva. Veneremos el dictamen de Platón.
Entre telarañas,
mi hogar.
Entre escombros,
mi lugar de pertenencia.
Viuda negra, me siento
Qué sería de nosotros sin todos los tormentos que nos atormentan...
Sin nombres,
no prevenir el dolor.
Hallarse.
mi hogar.
Entre escombros,
mi lugar de pertenencia.
Viuda negra, me siento
Qué sería de nosotros sin todos los tormentos que nos atormentan...
Sin nombres,
no prevenir el dolor.
Hallarse.
domingo, enero 8
La vieja soledad
Había una vieja, terrible vejestorio,
Flaca, alta, huesuda, arrugada y decadente.
De vestimenta moderna, gastada y estropeada,
Labios partidos, mirada vacía.
Dedos amarillos, uñas bien largas y pintadas.
Friolenta. Siempre iba bien abrigada.
Bastante callada.
No intentaba hacer terapia hablando,
tuvo la desdicha en el pasado de ser consciente de sus soliloquios.
No se espantaba con nada,
Era inmune a todo, pues no esperaba nada.
Sabía que la vida no era amable,
Y que la amabilidad no era parte de la dinámica terrenal.
No es ilógico que ante su presencia los mortales huyan despavoridos.
Es más, cuando frente a ella estoy, no me atrevo a sus ojos mirar.
No es respeto, excede al temor.
Infunde angustia en mi corazón.
Es miserable, no confundir con vil.
Una indigente de ternura y compasión.
Y aún hoy sigo soñando con ella,
No me complace decir que es una de mis peores pesadillas.
Y todavía sigue apareciendo en mis sueños,
Será la causa de mi desasosiego.
Flaca, alta, huesuda, arrugada y decadente.
De vestimenta moderna, gastada y estropeada,
Labios partidos, mirada vacía.
Dedos amarillos, uñas bien largas y pintadas.
Friolenta. Siempre iba bien abrigada.
Bastante callada.
No intentaba hacer terapia hablando,
tuvo la desdicha en el pasado de ser consciente de sus soliloquios.
No se espantaba con nada,
Era inmune a todo, pues no esperaba nada.
Sabía que la vida no era amable,
Y que la amabilidad no era parte de la dinámica terrenal.
No es ilógico que ante su presencia los mortales huyan despavoridos.
Es más, cuando frente a ella estoy, no me atrevo a sus ojos mirar.
No es respeto, excede al temor.
Infunde angustia en mi corazón.
Es miserable, no confundir con vil.
Una indigente de ternura y compasión.
Y aún hoy sigo soñando con ella,
No me complace decir que es una de mis peores pesadillas.
Y todavía sigue apareciendo en mis sueños,
Será la causa de mi desasosiego.
Amoris vulnus idem sanat qui facit
Soy la esclava del amor que nunca entregó su corazón.
Que huye de tan sólo pensar en hacerlo, en algún futuro.
Soy todo aquello que no soy, y no soy todo aquello que parezco.
Soy desapego y soy temor.
Soy distancia y aislamiento.
Cuando están a mis pies, desaparezco.
No sé ser, mis miedos son por mí.
No me sacrifiquen. Yo no elijo, ni disfruto.
Probablemente me excusaré, me justificaré y me iré.
Aléjense.
Soy la esclava del amor que nunca entregó su corazón.
Yo no soy. Mis miedos son por mí.
Que huye de tan sólo pensar en hacerlo, en algún futuro.
Soy todo aquello que no soy, y no soy todo aquello que parezco.
Soy desapego y soy temor.
Soy distancia y aislamiento.
Cuando están a mis pies, desaparezco.
No sé ser, mis miedos son por mí.
No me sacrifiquen. Yo no elijo, ni disfruto.
Probablemente me excusaré, me justificaré y me iré.
Aléjense.
Soy la esclava del amor que nunca entregó su corazón.
Yo no soy. Mis miedos son por mí.
sábado, enero 7
Desde este lado, el único que puedo ver
La autodestructiva -que vivió situaciones traumáticas-; la pesimista; la soberbia; la determinante bajo presión; la competitiva; la inconformista rebelde; la fría, distante -por precaución, mecanismo de defensa tal vez-; la terca empecinada; la irritable que cuando se enoja chisporrotea infumable; la que no termina de aceptar el desapego y la existencia temporal; la insensata impulsiva desenfrenada -al ritmo de los latidos del corazón-; la que siente -palpa- la privación de afecto y cariño patriarcal; la nena malcriada, caprichosa y juguetona; la tímida; la curiosa; la maternal; la compasiva e indulgente; la agradecida y alegre; la nostálgica; la hogareña; la formal; la reflexiva; la celosa; la mimosa; la ingenua; la delicada sensible; la amante de la música; la idealista y deseosa de justicia; la que permanece atónita; la apasionada por la expresión del ser y las distintas percepciones; la que busca la aprobación de los fríos padres; la moralista y conservadora; la obsesiva compulsiva; la libidinosa; la osada sinvergüenza; la vaga; la que anhela máis que nada sentir de novo a herba do prados galegos cos pés, visitar os castelos e xogar a ser princesa, correr en bosques de ensueño y vivir en aquellas casas típicas de Galicia de máis de douscentos anos.
Podría hilar más fino.
Podría hilar más fino.
jueves, enero 5
Homo, bulla.
¿Cuándo? Cuando te vayas adentrando a las profundidades abismales del alma, lentamente deberá ser. No hay tiempo. No hay palabras. No hay. Se es.
¿Dónde? Donde se encuentren las inmensidades, cosmovisiones aisladas, su punto de encuentro.
¿Cómo? Como la imaginación nos lleve, la inventiva nos arrastre y la alegría infantil nos invada.
"Será" aquello la verdadera revolución.
Se sumergió y buceó en aquel oceáno de disfrute -de magnitudes colosales-. No necesitaba respirar allí.
"Es imposible meter el mar en tu cabeza, que es un balde", oía. Jamás escuchaba.
Claro, mientras más se ahonda uno, menos luz distingue.
Una vez más la oscuridad se aviolentó contra la razón.
-¿Razón o curiosidad?- preguntó.
No obtuvo respuesta.

Allí, absorto en las tinieblas de la sabiduría, comprendió.
Comprendió que quería salir, que deseaba avistar claridad más que nada en el y los mundos.
El resplandor de otras almas.
Bajo aquella armadura de ermitaño había, aunque no parezca, un corazón que albergaba vida y transmitía amor.
¡Cuánto error hay en vivir cual anacoreta!
¿Dónde? Donde se encuentren las inmensidades, cosmovisiones aisladas, su punto de encuentro.
¿Cómo? Como la imaginación nos lleve, la inventiva nos arrastre y la alegría infantil nos invada.
"Será" aquello la verdadera revolución.
Se sumergió y buceó en aquel oceáno de disfrute -de magnitudes colosales-. No necesitaba respirar allí.
"Es imposible meter el mar en tu cabeza, que es un balde", oía. Jamás escuchaba.
Claro, mientras más se ahonda uno, menos luz distingue.
Una vez más la oscuridad se aviolentó contra la razón.
-¿Razón o curiosidad?- preguntó.
No obtuvo respuesta.

Allí, absorto en las tinieblas de la sabiduría, comprendió.
Comprendió que quería salir, que deseaba avistar claridad más que nada en el y los mundos.
El resplandor de otras almas.
Bajo aquella armadura de ermitaño había, aunque no parezca, un corazón que albergaba vida y transmitía amor.
¡Cuánto error hay en vivir cual anacoreta!
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