Soy asocial. Me disgustan los lugares en donde se forman concentraciones de gente. Poseo una pizca de misantropía. Me disgustan las masas sociales, las asocio -sin querer- con que un cerebro piensa por el conjunto en cuestión, con lo irracional, con seres no pensantes.
Me aíslo de la sociedad constantemente, necesito momentos de soledad. Soledad no solitaria, porque no me siento sola.
Soy un cangrejo que necesita adentrarse en las profundidades de su caparazón, para asentar mente, alma y decisión. Luego emerger al mundo social, para volver a su guarida una vez más...
Soy sapiosexual.
Negar mis verdades no me hace ningún "bien".
Qué difícil -por no decir imposible- es ser (en realidad intentar ser) objetiva cuando el tema de conversación es una misma.
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