martes, octubre 16

La esencia permanece intacta


Las consecuencias de vivir en una sociedad productora de apetitos fraudulentos…
Pero no es aquello lo innoble. Esta hipocresía intencionada -por miembros de la misma- que convierte el lujo en necesidad y el deber en desgano, recién le es desleal a la esencia al combinarse con lo verdaderamente imprescindible del ser humano: adaptación y supervivencia. Adaptación en búsqueda de equilibrio (estabilidad) y supervivencia a manera de única escapatoria del fin.
No es el miedo a la consumación. Estaba equivocada. No es temor a evitar la aceptación de nuestra existencia temporal y todo lo relacionado a ella -como la vejez-. Creo ver la causa en la necesidad de estabilidad, inherente al ser. Y la supervivencia como consecuencia de la adaptación.
El terror al fin no es más que el miedo sentido frente al cambio, potenciado.
No pensamos en la muerte, y sería inconcebible hacerlo. Es aquel desconocimiento lo que produce horror y desorientación. Mientras tanto día a día nuestra mente solo se enfrenta a problemas e interrogantes que pueda resolver maquinalmente (o casi), mediante la repetición, reiteración o reproducción de eventos ya ocurridos.
La limitación del hombre. Y lo que transgreda el límite será especulación.
No somos seres versátiles. Si lo fuéramos, aquella presunta sociedad no se dejaría custodiar, administrar y oprimir por un pomposo y saldado espejismo.

(2009)

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