miércoles, octubre 24

Tacto inútil


La sensación de sentirse incomprendido ¿qué anhela?
Puedo imaginar su deseo, no verlo.
Fantasea, pienso yo,
con un lenguaje sin barreras,
comunicación sin fronteras.
Si dejo mis sentidos guardados en un baúl
¿te reconoceré?
Si arrojo al mar estas herramientas mundanas
¿te reencontraré?

Pero, ¿quién me dijo que eran herramientas,
en vez de una carga,
una mutilación del ser,
una reducción que deja tan solo la coraza?
¿Para qué saber tu nombre,
de qué trabajás, o dónde vivís,
si al fin y al cabo son datos
que significan nada?
¿De qué me sirven mis sentidos
si cuando te miro, no te veo...
y cuando te oigo, no te escucho?
Porque lo que veo es una piel y un cuerpo,
y lo que escucho son palabras
que arbitrariamente se las lleva el viento.


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